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Cuando escuché por primera vez sobre la “vulnerabilidad” pero de forma positiva, lo hice con el contenido de Brené Brown (Texas, 1965) que es una profesora e investigadora de la Universidad de Houston que estudia la valentía, la vulnerabilidad, la vergüenza y la empatía desde hace veinte años. También es responsable de cinco superventas del New York Times y la charla TED que impartió en Houston, allá por 2010, acumula 38 millones de reproducciones.

En este sentido, lo interesante de esta experiencia de aprendizaje sobre “vulnerabilidad” de la Dra. Brown (para mi una experta en el tema) es que su más reciente documental “The call to Courage” (Netflix, 2019), el documental es el resultado de años de dedicación profesional, de su experiencia en primera persona, y de la cita que Theodore Roosevelt (presidente 26 de EEUU) pronunció en 1910 y dice así: “El reconocimiento pertenece a la persona que está en la arena, con el rostro desfigurado por el polvo, el sudor y la sangre. A quien se esfuerza valientemente. A quien se equivoca. A quien tropieza una y otra vez. A quien, al final, aunque quizá conozca el triunfo implícito al logro grandioso cuando fracase, al menos caerá con la frente bien alta”. Este enunciado alentó a Brown a seguir adelante después de que su viral ponencia en Houston la convirtiera en un personaje público objeto de críticas y alabanzas.

De este documental tome 3 aprendizajes sobre los que quiero reflexionar a la vista del rol de la vulnerabilidad en la cohesión de los equipos:

“HAY QUE VIVIR EN LA ARENA… E INVITAR A TU EQUIPO A VIVIR RESPONSABLEMENTE ESTE MOMENTO”

Cuantas veces no escuchamos “no te metas en eso”, “eso no es tu problema”, “mejor no inventes”, “estamos bien así” y así infinidad de frases, el propósito de manera tacita es protegerte, pero si analizamos mejor lo que significa realmente vivir en la arena podemos concluir que es una invitación a ¡atreverte! a salir de la comodidad, es una manera de invitarte a vencer el miedo desde lo que eres, desde el temor, desde lo que conoces, en fin… desde la vulnerabilidad.

¿Quién dijo que debes saberlo todo?, ¿Quién dijo que no tener todas las respuestas esta mal?, ¿Quién dijo que eres incapaz o poco profesional por no tener las repuestas?, ¿Cuánto peso llevamos encima por el temor a vivir en la arena? …el mundo es la arena, la vida es la arena, las organizaciones son la arena.

“Vivir en la arena” es una invitación a no declinar, a continuar en la lucha por las metas, porque solo viviendo y haciendo es que puedes lograr resultados extraordinarios, cuando pensamos en equipos darles motivos para que “entren en la arena” es complejo, porque todos debemos comprender que es cuestión de todos llegar a las metas y compartir objetivos es lo que nos hace vivir la frase de que “…el reconocimiento es a la persona que esta en la arena”, integración (una palabra que me encanta) es el largo y sorprende camino que todo líder debe transitar para logra que el equipo sea eso “un equipo” y no un grupo de espectadores que esta dispuesto a solo a esperar que las cosas sucedan solo con el empuje de algunos, o en el peor de los casos a esperar el fracaso para hacer criticas que no suman más que dolor y frustración al que se atrevió.

En este sentido, no solo dolor y frustración, sino que es una invitación “cortar las alas” a cualquier a cualquier idea o interés en innovar, investigar o indagar tan necesarios para el progreso colectivo (en las empresas, comunidades, familias).

Porque los pioneros, grandes científicos, empresarios y lideres son los que, a pesar de las críticas, lo imposible y lo desconocido se atrevieron a “entrar en la arena” y a invitar a otros a seguirle. De cuantos avances disfrutamos hoy gracias a la aventura y el coraje de los pioneros, acaso crees que ¿nunca se sintieron vulnerables ante el fracaso?, claro que si lo mas humano que hay es sentir miedo porque solo con el es que desarrollamos la capacidad humana de protección que nos libra de los peligros reales… ¿el truco? Saber manejarlo y aprovechar lo mejor de el para hacer sinergia, para integrarnos y hacer equipo.

“SER VULNERABLE NO ES SER DÉBIL”

Que equivocación más grande la que recibimos desde nuestra crianza primaria, los sistemas educativos y porque no, los espacios corporativos…resulta que ser vulnerable no es sinónimo de debilidad o de lo que muchos pueden pensar: poca capacidad. Resulta que ser vulnerable nos da a oportunidad de exponer quienes realmente somos, lo que nos agrada, lo que nos desagrada y lo que nos atemoriza, que mejor modo de integrarte que demostrando de lo que estas hecho y de lo que puedes ser capaz.

Cuanta verdad con la frase: “ser vulnerable no es ser débil” porque nos permite ser genuinos y conformar equipos desde la verdad, las metas corporativas serán más sencillas de alcanzar en la medida que permitimos a cada uno expresarse.

“LA GENTE TÓXICA CUANTO MÁS LEJOS, MEJOR”

Una cosa es mostrar tu vulnerabilidad, que no es malo, ni toxico y otra muy diferente es “esparcir” lo peor de nosotros en nuestro entorno…si partimos de esa premisa, resulta que lo más saludable es evitar a gente que no sume a nuestras ideas y deseos, a nuestras ganas de prosperar y salir adelante.

Como integrantes de un equipo debemos invitar a la integración desde lo genuino, por este motivo es preferible invitar y mantener en nuestro entorno con “distinta visión, pero en la misma sintonía”, suena contradictorio, pero no está muy alejado de la realidad que los equipos requieren para salir adelante y cumplir con las metas propuestas.

Finalmente, descubrir el mundo de la “vulnerabilidad” y descubrir que una manera de ver la vida y vivirla con el compromiso de ser mejores, sin culpa y con deseos de prosperar (así lo vi), me encontré con una definición capaz de unificar equipos, una verdad del tamaño del mundo que es capaz de quitar tanta culpa y tantos miedos a aceptarnos y aceptar a otros con su mundo de posibilidades, porque al final las diferencias se convierten en oportunidades de enriquecer a los equipos y hacerlos como tanto dicen hoy de “alto desempeño”.